Estas noticias y esta palabra mágica "Perú" impulsan a Andagoya a emprender el viaje, guiado y asesorado por los propios caciques. Navega con rumbo al sur, sin acercarse a la costa y llega, en sólo seis o siete días a la desembocadura del río grande, a dos grados norte de la línea equinoccial que es, precisamente, la frontera norte, el anhelo Perú.
Andagoya asciende veinte leguas río arriba y encuentra en ambas mágenes numerosas poblaciones y una fortaleza en la junta de dos. probablemente la confluencia del Huaytará o Ancasmayo con el Patía. Andagoya cree haber alcanzado la provincia del Birú y el territorio cruzado por el río San Juan o Patía lo llama Birú. De los indios de esta provincia toma informaciones de cómo es el país de más al sur, de sus habitantes, de su manera de vestir, de las poblaciones y ciudades y de cómo estas gentes habian dominado muchas tierras porla vía del comercio. Además, Andagoya, acompañado por el principal interprete del Birú, explora minuciosamente las puertas que están un poco más al sur hasta que un accidente en los manglares hace peligrar su vida. Determina entonces regresar a Panamá y detiene definitivamente la coronación de su empresa y la posesión del país que había avizorado desde su frontera y cuyo usufructo el destino reservaba a otro aventurero más afortunado.